La calma del encinar
DE MAL EN PEOR
Tomás
Martín Tamayo
Blog
Cuentos del Día a Día
El lío de mañana tiene detrás unas siglas, CIU, y tres
apellidos, Pujol, Mas y Puigdemont, aunque en los títulos de créditos de este
sainete figuren muchos secundarios. En Cataluña descendieron de Tarradellas a
Pujol -no me refiero a la estatura física- y sin salir del consorcio económico
que fue CIU, siguieron bajando hasta Mas
y de Mas pasaron al no va menos de Puigdemont. Ya deben andar buscando otro peor, aunque no
es fácil encontrar a alguien “de la familia” con menos hechura para ponerlo al
frente de la Generalitat. Debajo de las baldosas hay poco suelo. Como hasta
Oriol Junqueras parece superior, en las manifestaciones de estos días algunos
se han acordado de Pep Guardiola, con lo que la escalada hacia la cumbre de la
idiocia parece garantizada.
Mañana acaba la etapa de un Puigdemont que está pidiendo que
lo detengan para poder entrar en la historia como un Companys del siglo XXI.
Toda su gloria la apuesta a pasar la noche en un cuartelillo y salir
victimizado, compungido y con ojeras, mientras unos cuantos lo jalean en la
puerta, abanicándolo con banderas de la república independiente de su casa… ¡Que muevan las banderas con cuidado porque
romperían el momento mágico si le vuelan el pelucón!
Mas es otra víctima de esta España que roba a Cataluña,
cavernícola, franquista, llena de presos políticos, antidemocrática, con jueces
y fiscales vendidos, que incluso tienen la osadía de exigirle que pague los más
de cinco millones de euros que se gastó en un día de juerga. Si los hubiera fundido
en una casa con lucecitas de colores en la puerta, lo entenderíamos mejor, porque
los pecados de la carne están entre las debilidades de los mortales, pero él
quiso hacerse un “gran capitán”, gastándolos en farolillos, papelinas y
matasuegras. Ahora, como Lola Flores, quiere que le ayuden a pagar los platos rotos,
después de arrogarse la gloria del aquel otro referéndum de “barrio sésamo”:
“Yo soy el responsable de todo, no hay que buscar más culpables”. La Faraona
acabó pagando, pero en lo de Mas caben componendas, recursos pactados,
negociaciones y tantos “ya veremos” que no creo que pague nunca. ¡Hasta una
multa de 40 euros que tengo del Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, acabarán
cobrándomela antes de que Mas suelte un céntimo!
Y hacia atrás nos encontramos a Pujol, el genial ideólogo
intelectual de “España nos roba”, que con su CIU, ahora PDeCat, y su camada de
pujolines acaparó talegas con los trinques del 3%, para poner los huevos en el nido andorrano, según
disponía “la madre superiora” del convento. Por ahí sigue el molt
honorable senyor luciendo indignación, que en la cárcel ni está
ni se le espera, hasta ahí podíamos llegar. ¡Qué gracia, que Podemos se alíe
con el PDeCAT mientras censura al PSOE que hable con el PP! Genios iluminados.
Al final la fiesta de mañana hay que pagarla, que
después de la borrachera viene la resaca y me temo que harán una quita para que
la paguemos entre todos los españoles, tal vez con la excepción de los propios
catalanes, que en esto del dinero son muy mirados. ¡De esta juerga sacarán
tajada, que nadie lo dude!
“¿Y esto quien lo paga?”, preguntó asombrado Josep Pla, cuando vio el alumbrado
público de Nueva York. “Esto lo pagan
incluso los que no tienen luz en su casa”, le respondieron. Pues eso.