sábado, 20 de mayo de 2017

PSOE: ¿Y MAÑANA, QUÉ?

                              La calma del encinar
                              PSOE: ¿Y MAÑANA, QUÉ?

                                                 Tomás Martín Tamayo
                                                 tomasmartintamayo@gmail.com
                                                 Blog Cuentos del Día a Día


A pocas horas para la votación del domingo, nadie señala a un ganador y las apuestas se estancan entre los que creen que el PSOE se romperá mañana por la tarde y los que piensan que va a tener una agonía lenta y dolorosa. Personalmente creo que -quien tuvo retuvo-, al Titánic socialista todavía no se le ha cruzado un iceberg capaz de hundirlo. Lo creo y lo deseo. Con un PSOE fuerte, España no sería el laboratorio europeo de las corrupciones, ni el PP seguiría ocupando el podio en las preferencias de un electorado confuso, perplejo, desnortado y aparentemente desalmado, que se queja de lo mismo que finalmente vota, cayendo en un masoquismo bastante complaciente. Nos va la marcha.  El electorado y la oposición son colaboradores necesarios en la corrupción que asola al PP, porque sin la permisividad indolente del primero y la atonía y división de los segundos, hace mucho que el partido de Rajoy estaría purgando sus penas y lejos del Gobierno.

La estrategia principal de Susana Díaz, para lograr la secretaría general del PSOE, ha sido la de presentarse a sí misma como una ganadora nata, frente a un Pedro Sánchez que pierde incluso el tiempo, por competir con ella. Un grave error porque si mañana no gana –ojo, que hasta el rabo todo es toro-,  ella sola proclamará que no es capaz de ganar ni al perdedor que señala. Ir de triunfadora, marisabidilla y matona le va a restar muchos apoyos, porque los discursos chulescos están muy devaluados. Parece ignorar que su ventaja sobre Pedro Sánchez ha sido de 6.200 avales, pese a que en Andalucía le sacó una diferencia de 15.733. Es decir, que el ex secretario general, perdedor de perdedores, fuera de Andalucía la superó en unos 9.000 avales.

Susana Díaz parece empeñada en ganar esta contienda con el plato único de “huevos  a la flamenca”,  pero sin destapar el frasco de sus esencias y enmarcando sus virtudes en el descalabro electoral de su compañero. Poco programa parece. No lo tiene mejor Pedro Sánchez si gana, porque ahormar un nuevo PSOE, prescindiendo de añoranzas y caciques, taponando puertas giratorias y cayendo almenas cortijeras, no será coser y cantar, aunque siga paseando la resaca del “golpe de mano” y señale a la andaluza por mantener a Rajoy, poner el postre y servirle de telonera. Entre unos y otros… Lo evidente es que C´s está de guardia y en plan socorrista piscinero, Podemos quiso mejor a Rajoy/PP que a Pedro Sánchez/PSOE y que el PSOE de la gestora/Susana, le hizo un puente a Rajoy hacia su investidura. Me recuerdan “El puente sobre el río Kwai”, en el que unos prisioneros ingleses construyeron un puente para que pudiera pasar el ferrocarril de sus adversarios japoneses, con la diferencia de que aquí Rajoy sigue y allí el ferrocarril no pasó.

Más allá de quien logre su secretaria general, el PSOE, o lo que quede de él, tendrá que convencernos de que sigue siendo una opción necesaria para frenar las desigualdades, dinamizar nuestra cada vez más anquilosada democracia, evitar la exclusión de los jóvenes,  siendo asidero de los desprotegidos y presentando un proyecto diáfano para los problemas territoriales. Si no tienen respuesta a los retos que, al menos en teoría, le son propios, se despeñarán con cualquiera de los tres candidatos. ¿Y después del domingo? Será lunes.



                                   

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