miércoles, 22 de abril de 2015

DE CHORRADAS Y PARIDAS


 Vamos recuperando:
 Por un "error técnico" he perdido a muchos suscriptores de mi blog. Por favor, si antes recibías mis artículos y has dejado de recibirlos, dímelo para inscribirte de nuevo; tomasmartintamayo@gmail.com


                                      El son de los asombros

                                 DE CHORRADAS Y PARIDAS

 
                                                               Tomás Martín Tamayo

Aunque ha colapsado las redes, me parece anecdótico que María Dolores Cospedal situara a las Hurdes en Andalucía. Esta señora, que está en todas partes menos en Castilla la Mancha, debe de tener una coctelera geográfica difícil de ordenar aún haciéndolo “en diferido”, porque la secretaria general del PP no se aclara ni en su propia comunidad. En Cuenca confundió “casas encantadas y colgantes” con las “casas colgadas” y  estando de campaña electoral en Puertollano escribió en las redes sociales que se encontraba “muy contenta por estar en Puerto Llano”. Peor me pareció que viniera a Extremadura para escenificar su apoyo a la candidatura de Monago y que no se molestara en renovar un discurso que repite todos los días en todas las presentaciones municipales o autonómicas a las que asiste, con sus latiguillos “estamos contigo”, “eres un ejemplo”, “todos sabemos que para ti lo primero es tu pueblo”, “eres un modelo de político honrado y ejemplar”... ¿Pero es que no sabe que la siguen las cámaras? La única variante es que en algún sitio también se confundió de candidato y a un Juan Pedro lo rebautizó como “mi amigo José Miguel”… Peor fue lo que dijo en Guadalajara días después: “Hemos trabajado mucho para saquear a nuestro país”. Yo creo que quiso decir “sanear”, pero vete tú a saber.

Son lapsus o despistes sin importancia, Federico Trillo confundió Honduras con El Salvador –“¡Viva Honduras!”- y en Murcia todavía se recuerda al diputado cunero que se despachó con un eufórico: “¡Viva Murcia y los murciélagos!” Hace poco Woody Allen llegó a Barcelona después de su concierto en Badajoz y cuando le preguntaron que de dónde venía, dijo que de un pueblo cerca de Lisboa. ¿Más? Durante la larga etapa de Ibarra como presidente de la Junta, parece que atendiendo a una recomendación de Alfonso Guerra, nombró consejero de Turismo a Félix de Sande, un señor que no conocía absolutamente nada de Extremadura. En su presentación ante los medios una periodista de la SER, con evidente mala leche, le preguntó si tenía algún plan para el desarrollo turístico de la Siberia. Y el bueno de Félix -era un buenazo-, no se tomó el respiro necesario y dijo algo así como “primero vamos a programar el desarrollo turístico de Extremadura, que de la Siberia ya se encargarán en Rusia”…

 A Rajoy, en la Cumbre de Río, el presentador lo anunció como “primer ministro de las Islas Salomón” y durante una cena de gala, el gobernador de Florida, otro Bush,  agradeció a Aznar “su amistad, como presidente de la República ibérica”. Mejor aún fue lo de Evo Morales, que durante una cena con el rey Juan Carlos, levantó su copa para brindar “por el Canciller de la República española”. El rey se levantó y brindó. Y para parida sonora la de Rajoy, cuando se refirió a ETA como “una gran nación”. Los periodistas que lo escuchaban en la sede del PP se quedaron sorprendidos y Rajoy, para rectificar volvió a meter la pata: “España, perdón, es una gran nación”. Claro que Celia Villalobos, siendo ministra de Sanidad, se atrevió a decir que en su casa hacían el caldo con huesos de pollo.

Y no puede faltar el gran ZP porque él y Cospedal (de Carlos Floriano sigo sin decir nada), pueden llenar un tomo del “disparate nacional”. Vino a Madrid en visita oficial el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev y Zapatero se apresuró a anunciar “un acuerdo turístico muy ventajoso para España y para Rusia”. Con su talante de “bobo solemne” (Rajoy dixit), se paró para captar la atención y lo soltó: “Hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para follar… para, ¡para apoyar el turismo!”. Y como en estos dislates hay para repartir a gusto, yo no iba a ser la excepción. En un debate parlamentario y para subrayar el error de una diputada socialista que había confundido un refrán, “dos discuten si uno no quiere”, en lugar de “dos no discuten si uno no quiere”, me pase de listillo y me administré mi propia medicina: “Oyéndola decir disparates, confundiendo el refranero español con tanta osadía, se me caen los sombrajos del palo”.
                            _________________________________________________

Si no quieres recibir mis artículos házmelo saber para darte de baja de la lista de direcciones.
- Si lo vas a reenviar, incluye a tus destinatarios con CCO. 
- En virtud de la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, tanto este mensaje como todos los posibles documentos adjuntos al mismo, son confidenciales y están dirigidos exclusivamente a los destinatarios de los mismos. 

No hay comentarios: