sábado, 8 de febrero de 2014

CORRUPLANDIA

                        La calma del encinar
                      CORRUPLANDIA
                                               Tomás Martín Tamayo
                                               tomasmartintamayo@gmail.com


¡Ya lo hemos logrado! Después de tan denodados esfuerzos, por fin hemos conseguido que España coja la antorcha de la corrupción en la Unión Europea. Ahí hemos estado peleándonos con Italia y Grecia, que se han resistido hasta la extenuación,  pero finalmente ha triunfado nuestra verdad y la Comisión Europea nos ha situado en el cajón más alto, flanqueados por los que hasta hace poco eran nuestros adversarios más feroces. Ahora cuando algún guiri espabilado nos venga con la milonga de que somos los últimos en empleo, podremos añadir con legítimo orgullo: “¡Sí, pero los primeros en corrupción!” Mucho paro, es verdad, mucho comedor social, muchos EREs y necesidades hasta el suicidio, pero incluso en esta época de carestía donde se han reducido casi hasta la inexistencia las aportaciones a la dependencia, ellos, los partidos políticos se han subido un 28% las subvencione en los PGE. El Macario de José Luis diría: “¡Ay, que contento estoyyyy!”

¿Algún control eficaz para evitar la mangancia en esas suculentas partidas? ¡Claro, cómo no! Han puesto al gato para vigilar a los ratones, inventándose una cosa de nombre  rimbombante: ¡Tribunal de Cuentas del Reino! Por favor, que alguien encienda el luminoso. Una institución tapadera que sirve para justificarlo casi todo, señalando ausencia de tildes y comas en las cuentas que presentan los partidos políticos y que está integrado… -¡Ay, ay, es que me da la risa!- , por “jueces” designados por los propios partidos a los que tienen que controlar. Vamos, es como si para controlar a Bárcenas hubieran puesto a su mujer, pero con sueldo oficial, coche y despacho. Este cachondeo que ya peina canas, es una de las razones por las que, a la hora de medir la corrupción, hemos superados a griegos e italianos. Pero hay más razones y como botón de muestra voy a señalar algo de lo que ocurre en Extremadura, que es punto y seguido de lo que ocurre en todas partes.

Además del dinero a los partidos políticos, en el Congreso, Senado, parlamentos autonómicos, diputaciones, ayuntamientos mayores… se destinan cantidades suculentas para los grupos parlamentarios y municipales, que estos administran de forma absolutamente opaca. Hay grupos municipales (a alguno lo tenemos muy cerca) que además de liberaciones y canonjías diversas, entregan a sus concejales sobres con cantidades que se acercan a los mil euros mensuales y que sería bueno que se investigara si finalmente tributan por ellas. La Asamblea de Extremadura, por ejemplo, además de liberar a los diputados y de dotar a los grupos de personal, telefonía y material fungible, entrega a cada grupo 2.500 euros por diputado, con lo que, aproximadamente, el PP recibe 70.000 euros, el PSOE 60.000, IU 8.000 y los dos regionalistas escindidos del PSOE 5.000 euros…¡mensuales! Sí, han leído bien, ¡mensuales!


A la hora de concedernos el diploma como los más corruptos, la UE alerta sobre la escasa rendición de cuentas de los políticos, la sombra sobre la jefatura del Estado, con las andanzas de la infanta y su esposo, las sospechas generalizadas sobre la Justicia y el mantenimiento de instituciones costosas e ineficaces que sólo sirven para nutrir de más liberados a los partidos políticos... Se puede decir que en la UE saben que en España tenemos mucha corrupción y muchos corruptos, pero lo peor es la corrupción de un sistema que después de casi cuarenta años, más que pasar por el taller de chapa y pintura necesita ir directamente al desguace. ¿Nadie oye el grito de la calle? Vaya, además de corruptos, sordos.

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