sábado, 25 de enero de 2014

SUMA Y SIGUE

                             


La calma del encinar
                            SUMA Y SIGUE
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com

¿Dónde radica para el PP lo antiético, antiestético, inmoral o ilegal, en que la exconsejera de Sanidad sacara 9´33 sobre 10 en unas oposiciones convocadas por ella, con el añadido de tribunal y temario o en que se presentara a esas pruebas? Parece que la falta se residencia en la alta puntuación y, en este caso, permítanme otra pregunta: ¿Si hubiera suspendido esas pruebas, calificarían su participación de ética, estética, legal y moral? No voy a defender a la “brillante” opositora, pero conozco el paño y si llega a suspender la rechifla hubiera sido de titulares: “¡La exconsejera de Sanidad suspende en unas pruebas que convocó ella misma, con tribunal y temario elegido por ella!”. Creo que el resultado de la prueba no es lo importante y que si hay algo reprochable por su parte es haber concurrido a la misma. Y ya puesto, dos preguntas más: ¿Por qué no anularon una convocatoria que estaba  viciada y por qué concurren a la misma altos cargos actuales del SES?

No voy a comparar al PP con el PSOE ni al PSOE con el PP porque la gente no necesita pistas para sacar sus propias conclusiones, y aunque podía exponer un listado de largas coincidencias, sobre todo en lo relativo a mangancias, aprovechamientos, prevaricaciones, trinques, enjuagues y corruptelas de todo tamaño, acepto que son partidos diferentes, con  gente diferente y credos distintos, pero que en el fondo y en la forma están intentando blindar una alternancia entre ellos y que, al final del camino, son un suma y sigue de las mismas desvergüenzas. ¿Se rasgan en el PP las vestiduras por lo de la exconsejera de Sanidad? “Échate allá, que me tiznas”, dijo la sartén al cazo.

La semana pasada, con amplio eco, Fernández Vara escenificó ante notario su voluntad de renunciar al privilegio de aforado y para contrarrestar la noticia, desde la consejería de Ocurrencias de la Junta (¡Ay, cómo te columpias, Iván Redondo!) mandaron a un propio para que, como hacen en el “Sálvamé” de T5, neutralizara el eco anunciando una bomba atómica que explosionaría en los pies de Vara una semana después. ¡Una semana entera con la tabarra de la bomba! Imagínense la intriga en los propios medios, porque el tema se anunciaba desde todas partes con sonrisas de complicidad, como diciendo: “¡Esperaos hasta el lunes, que os vais a enterar!”. Bueno, pues llegó el lunes y resulta que la bomba programada por los goebelianos de la casa era un petardo mojado que apenas hizo “plofff” y se apagó. Fueron ellos mismos los que con una estrategia torpe e ignorante lo desactivaron y lograron restar gravedad al tema,
 Si en vez de tanto calentamiento previo lo hubieran expuesto seriamente, como lo hicieron después, aportando pruebas concluyentes y anunciando las medidas a tomar para subsanar la supuesta prevaricación administrativa, posiblemente el tema traería más cola que el cometa Halley. La idiotez del departamento de propaganda ha servido para asfixiar a la propia Junta, por anunciar un parto de los montes del que, otra vez, ha salido un ratón. ¿Y van…? Y van tantos ridículos y astracanadas que hasta los más torpes del lugar se ríen de estos molinos de viento que con sus aspas descabalgan al caballero, dejando sus posaderas al aire. ¡Venga, Monago, recompón la figura que tiña con gusto no pica!


 Es altamente sospechoso que la exconsejera lograra la máxima puntuación en unas oposiciones convocadas durante su etapa, pero puestos a sospechar… ¿Es que no fue sospechoso que el compañero de la vicepresidenta pasara del paro a  jefe de prensa del Ayuntamiento de Cáceres y que, al mismo tiempo, la vicepresidenta nombrara directora general a la hermana de la alcaldesa que había colocado a su compañero? Vamos, que mejor están calladitos porque cada vez que hablan sube el pan, la carne, el pescado, el agua, el gas… 

sábado, 18 de enero de 2014

MÁS QUE UN GESTO

                            La calma del encinar
                            MÁS QUE UN GESTO
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com

Guillermo Fernández Vara ha escenificado esta semana su renuncia al privilegio de aforado que tiene como diputado autonómico. Y he escrito “privilegio” y no “derecho” porque es en eso en lo que se ha convertido. Lo ha hecho ante notario y lo acompañará presentando una iniciativa en la Asamblea de Extremadura, supongo que para abrir un debate sobre los privilegios de la clase política. La calle no está muy al tanto de lo que es el aforamiento y posiblemente, hasta ahora, no se haya enterado de que esta prerrogativa, que parecía exclusiva de los diputados nacionales y senadores, nuestro Estatuto de Autonomía también la reserva para proteger a los diputados autonómicos. Dicen que es un brindis al sol, porque en el fondo no depende de él y, aunque renuncie, en caso de conflicto judicial sólo puede ser juzgado por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.
 
¿Qué ha pretendido entonces Fernández Vara con una iniciativa tan aparentemente inútil? Ha explicado: “Los políticos no podemos tener más derechos que el resto de los ciudadanos. Yo no puedo estar todos los días defendiendo que los ciudadanos son absolutamente iguales en derechos y deberes y por el hecho de ser político, tener más derechos que los demás…”. Quiere debatirlo en sede parlamentaria, pero lo más probable es que la iniciativa sea rechazada por PP/IU.  De entrada, el debate sobre los privilegios está servido y eso es positivo. La historia está llena de gestos que cambiaron su curso y, en ocasiones, los gestos han abierto y cerrado leyes y costumbres que parecían inamovibles. El Senado romano dictaba sus leyes interpretando los gestos de Tiberio, a pesar de que el esquivo emperador afirmaba que sólo él podía interpretarlos.

El Papa Francisco iba por la plaza de San Pedro en su “papamóvil”, vio entre la multitud a un sacerdote amigo, paró el coche, lo abrazó y lo invitó a subir al vehículo. ¿Cambia ese gesto el curso de la historia? Evidentemente no, pero subraya una diferencia y marca una tendencia tan clara que no necesita explicación alguna. ¿Se abre el manto del universo porque el Papa bautice en la Capilla Sixtina a la hija de una pareja casada por lo civil? No, aparentemente es otro gesto intrascendente, pero con tanta carga que, en el fondo y en la forma, desautoriza a todos los que, hasta ahora, han negado el bautizo a hijos de padres no casados por la Iglesia Católica.


La clase política es en uno de los principales problemas de España y su endogamia es tan ridícula que se está haciendo aborrecible por una calle cansada de tanta corrupción y tantos privilegios. Y lo peor no es el desprestigio de los políticos, sino la desafección hacia una democracia convertida en partitocracia y cada día más cuestionada por el bandolerismo de unos pocos. Creo que esta iniciativa de Fernández Vara es la primera que se presenta en España por un político en activo, para abrir el debate y poder revisar ciertas prerrogativas que se han convertido en meros colchones de seguridad para el aforado. Una cosa es proteger a un diputado como representante del pueblo y otra, bien diferente, ampliar la protección a actividades delictivas, facilitando dilaciones y salvavidas a chorizos, sinvergüenzas y gentes de mal vivir. No parece inútil el gesto de Fernández Vara y creo que los políticos honrados, que los hay, deberían, como ha hecho él, vaciarse los bolsillos para poder pasar el detector de los privilegios. Por algo se empieza.

sábado, 11 de enero de 2014

UNA FUENTE CON CHORRITO

                                  La calma del encinar
                            UNA FUENTE CON CHORRITO
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com


En “Bienvenido, Mister Marshall” todos los vecinos de Villar del Río hacían cola para formular su petición a los americanos: un cabezal para la mula, un espejo grande, mapas de colores, dos sacos de abono, una bicicleta, una máquina de coser, un clarinete, un traje con corbata, una vaca… pero Pepe Isbert, reunido con las fuerzas vivas el pueblo y en su papel de alcalde, demostró generosidad, visión política y pragmatismo, elevándose sobre las peticiones de los demás: ¡Una fuente con chorrito! La aclaración era pertinente porque no es lo mismo una fuente sin vida, aunque esté iluminada y con pececillos de colores, que una fuente con chorrito. El chorrito es lo importante, lo definitorio, lo que hace de la fuente una fuente con alma y no un charco cercado en el centro de la plaza. Después, ya se sabe, los americanos pasaron de largo y no dejaron la bicicleta, ni el espejo, ni el clarinete… y Villar el Río nunca llegó a tener una fuente con chorrito.
 
Pues en esas estamos y, sesenta años después, nos siguen echando el mismo discurso desde el balcón del ayuntamiento y prometiendo la misma fuente con chorrito, que no acaba de llegar. Acudimos al engaño que nos ponen delante y con él nos entretenemos hasta conocer el origen del algodón con el que se tejió la pañoleta roja, porque solemos opinar sobre lo que quieren que opinemos. Así, el tema cumbre para inaugurar el año ha sido la convocatoria  que hicieron en Durango para homenajear a los presos etarras, excarcelados recientemente. La fuente con chorrito, vamos. Ya no nos indigna la puesta en libertad de los fulanos, autorizada, consentida, bendecida, auspiciada, acelerada… porque ahora han decidido que el debate sea sobre si un juez debió o no autorizar semejante acto de exaltación a los terroristas, liberados fruto de un pacto que se hizo en la etapa de Zapatero y que se está cumpliendo en la etapa de Rajoy…

 Pues nada, lo aceptamos, pero si han sido excarcelados y puestos en libertad con el purismo y la celeridad que se usa cuando conviene, resulta anecdótico que a unas personas libres las vitoreen en su pueblo, o les pongan pétalos de rosas a su paso, aunque ahora -¿otra fuente con chorrito?-, hayan detenido a los organizadores del homenaje. Primero abrimos la herida y después no sorprendemos porque la herida sangra y nos salpica. Fruto de ese mismo pacto, que ya no se atreven a negar, ETA pudo presentarse, bajo la denominación de Bildu, a las elecciones generales, autonómicas y municipales, con el consiguiente éxito electoral que puso en sus manos un enorme poder político y económico, pero acto seguido nos molesta la presencia de los representantes de ETA en esas instituciones y hasta nos indignamos porque los fulanos, a los que hemos dado el título de “excelentísimos”, puedan soltarnos sus arengas desde la tribuna del Congreso de los Diputados.

 ¡Lo importante es mantener la ilusión en las fuentes con chorrito! Los americanos pasaron, pero aunque no hayamos entendido ni una palabra de la explicación que nos dio Pepe Isbert, seguimos soñando con la fuente de chorrito. Pan y circo para los romanos, fútbol y toros para Franco y ahora fuentes con chorrito… ¡El cambio es espectacular, el progreso es evidente!


sábado, 4 de enero de 2014

REDOBLES DE TAMBOR

                                La calma del encinar
    
                              REDOBLES DE TAMBOR
                      Tomás Martín Tamayo
                                                                tomasmartintamayo@gmail.com

Una responsable institucional del Partido Popular de Extremadura, de dilatada experiencia y profundas convicciones religiosas, aseguraba ayer ante un grupo de personas que las declaraciones de Monago, de raíz democristiana, sobre el aborto han molestado profundamente en el partido, a nivel nacional, regional y provincial, porque su línea de desmarque, al margen de la ideología, perjudica electoralmente al PP. Aseguraba haber hablado con Soraya Sáez de Santamaría y que la vicepresidenta del Gobierno, le había comentado que Monago “no era consciente del daño que hacía con tanto redoble de tambor, porque nunca iba a convencer a la izquierda, pero podía ahuyentar a la derecha con sus salidas estrafalarias para lograr titulares, y que  para resultar creíble, antes de hacer esas declaraciones debería dimitir y pedir la baja en el partido”. ¿Y qué vais a hacer?, le preguntaron. Nada, porque aquí el que se mueve no sale en la foto y Monago lo controla todo mediante testaferros que tiene situados en los puestos claves.
 
Consciente o no de la trascendencia de lo que dice, es evidente que Monago busca titulares y que “romper cristales” como hacía Ibarra, su alter ego, viene siendo la esencia de sus dos años y medio como presidente de la Junta. En el partido y en el gobierno regional son conscientes de que toda acción política tiene que ser previamente cocinada en el departamento de propaganda que, con más de veinte personas, dirige Iván Redondo. Este, ejerciendo de “consejero de ocurrencias” ha llegado a poner firme a algún consejero por haberse extralimitado en anunciar algo sin su supervisión. La verdad es que eso de  “que nadie puede obligar a una mujer a ser madre”, al margen de interpretaciones, viene a chocar de frente con otras declaraciones de Monago, que siendo ya líder del PP extremeño y refiriéndose a la ley de interrupción del embarazo, promovida por el PSOE, durante el Gobierno de Zapatero, dijo, con la misma solemnidad con la que ahora ha dicho lo contrario: “…Para ustedes, por encima del derecho de los padres está el derecho de los menores a abortar, y esto es aberrante en nuestra sociedad y esto es una quiebra en nuestro sistema de valores… Es aberrante para quien es médico, para quien es padre, para quien es cristiano y para quien tiene sentido común…”

¿Ha dejado de ser aberrante o ha perdido Monago el sentido común al que apelaba? Sencillamente han cambiado sus circunstancias y, como buen “relativista”, ahora hace suyas las palabras de  Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Son ventajas de los que tienen un pié capaz de entrar en cualquier calzado.
Sus socios de IU han presentado una iniciativa para que en la Asamblea de Extremadura se debata la “ley Gallardón” y, en el importantísimo departamento de propaganda, le cocinaron a Monago un discurso a medida, cuyo contenido ignoraban en el partido e incluso en el Consejo de Gobierno. El problema de la propaganda y de las ocurrencias es que buscan siempre el impacto mediático, sin medir el alcance a medio y largo plazo y que Monago, después de tantos embolados, todavía sigue confiando su suerte en la acaparación de titulares, intentando a la desesperada hacerse un sitio al sol, aunque tenga que jugar a la ruleta rusa con el revólver que le ponen en las manos. A fin de cuentas, la sien que puede saltar es la de Monago y a Iván Redondo y Asociados, siempre les queda el recurso de irse por donde vinieron… ¿Y Extremadura? Eso no toca.