sábado, 29 de junio de 2013

LA HIGUERA DE PIZARRO

                                   La calma del encinar
                            LA HIGUERA DE PIZARRO
                                                           Tomás Martín Tamayo
                                                           tomasmartintamayo@gmail.com

Tengo enmarcada, bajo cristal de protección, una hoja de la higuera que en 1.532 plantó en Perú Francisco Pizarro con un esqueje  que le llevaron desde su Trujillo natal. La higuera, que procede de la original, está en un patio interior de la que fue casa de Pizarro, en Lima, y que posteriormente pasó a ser palacio presidencial. Fue un regalo que el 6 de enero de 1.982  nos hizo a cuatro extremeños el presidente del Perú: “Les voy a hacer un regalo especial que supongo sabrán apreciar porque es algo muy excepcional”. Fernando Belaunde superó la verja que protege a la higuera y de cuatro ramas diferentes cogió las hojas que nos entregó a los cuatro que integrábamos la comitiva extremeña, con el presidente de la Junta, Manuel Bermejo, a la cabeza. Belaunde Terry, un hispanófilo culto y refinado, que conocía muy bien Extremadura y sabía cocinar el cochifrito y el gazpacho extremeño y la tortilla de patatas, nos contó anécdotas de la higuera y detalles muy curiosos sobre su origen y conservación. Parece que fue el propio Pizarro el que con su espada hizo un hoyo en la tierra para transplantar la higuera que le llevó en una maceta de barro su hermano Gonzalo.
Cuando tras las últimas elecciones municipales ganó la alcaldía de Trujillo el popular Alberto Casero, pensé donar la hoja al Ayuntamiento, pero la verdad es que no he encontrado oportunidad ni razones para hacerlo, porque incluso dudo de que se sepa valorar, aunque espero que algún día sea acogida en la casa consistorial o en la Casa Museo que Pizarro tiene en su pueblo. Me he acordado de la higuera que plantó Francisco Pizarro porque el pasado miércoles  (26 de junio de 1541),  fue el aniversario de su muerte. Fue un ajuste de cuentas, una guerrilla sin cuartel entre conquistadores, en las que se luchaba más por el fuero que por el huevo. Desde hacía años Francisco Pizarro y Diego de Almagro mantenían una disputa permanente, con intervalos de paz por acuerdos de conveniencia entre ambos. En una de estas trifulcas y estando Pizarro ausente, su hermano Hernando derrotó a los almagristas y Diego de Almagro fue sentenciado a morir por estrangulamiento de torniquete y su cadáver decapitado en la Plaza Mayor de Cuzco, pero los partidarios del ejecutado se agruparon en torno a su hijo, Almagro el Mozo, y lograron romper todos los cercos de protección y entrar en la residencia de Francisco Pizarro. Nuestro paisano fue sorprendido y  huyendo de sus enemigos, en aquel mismo patio, “casi a la sombra de la higuera”, según Belaunde Terry, fue alcanzado por la espalda con una certera estocada en el cuello, que acabó con su vida.

Francisco Pizarro no se refugiaba en sutilezas a la hora de lograr sus propósitos y la ejecución de Atahualpa es buena prueba de su talante, pero los desaciertos mayores habría que apuntarlos en el “debe” de sus hermanos, Hernando y Gonzalo, que tampoco tuvieron un final feliz. Uno encarcelado por el rey y el otro decapitado. No obstante Pizarro consiguió algo muy valioso y que todavía perdura, porque en Perú se le respeta y los españoles son mirados con una simpatía de la que no gozamos en Méjico. Parece que Hernán Cortés fue aún más resolutivo. Eran tiempos de más espada que diplomacia.

sábado, 22 de junio de 2013

NO SEMOS NAIDE

                           
                            La calma del encinar
                            NO SEMOS NAIDE
                                               Tomás Martín Tamayo
                                               tomasmartintamayo@gmail.com

Seis años después de dejar la presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, a su paso por Badajoz para gestionar un asunto privado en Portugal, quiso visitar al alcalde. Sin previo aviso se presentó en el Ayuntamiento y en el antedespacho de Manolo Rojas, lo atendió una secretaria. Calvo Sotelo iba acompañado por un familiar con vínculos en Badajoz y, como buen circunspecto, explicó  brevemente  que deseaba saludar al alcalde. La secretaria, cogió bolígrafo y blog de notas: “¿De parte de quién?”. El familiar que acompañaba al ex presidente del Gobierno se adelantó: “¡Señorita, de parte de don Leopoldo Calvo Sotelo!”. La secretaria, sin inmutarse, mientras apuntaba el nombre, volvió a preguntar: “¿No tienen cita previa?” Calvo Sotelo había sido ministro de Comercio, de Obras Públicas, de Relaciones con la Comunidad Europea, vicepresidente y presidente del Gobierno, pero para la secretaria era simplemente un señor, otro más de los que querían ver a su jefe cada mañana. Debía ser muy joven o corta de memoria y el nombre del ocasional visitante no le decía nada.

 Después de esto sobran los argumentos para explicar lo efímero del poder, pese a que muchos, por ocupar un carguillo, creen que sus huellas son indelebles y que por los siglos de los siglos su paso por el mismo va a ser recordado como el descubrimiento de la penicilina. Para curar la infección de los necios, ególatras y soberbios, la mejor penicilina es el tiempo.  Hay personas que trascienden y que por su valía son requeridas para ocupar un cargo político. Cuando dejan el cargo siguen siendo lo que fueron porque brillaron por sí mismas y no por el cargo, pero lo habitual en política es que el político es sólo político y brilla lo que brilla el puesto. Si se apaga el carguillo se apagan ellos y vuelven a un anonimato que a duras penas soportan porque se creyeron algo y no fueron capaces de separar la lisonja del momento de su verdadera insignificancia personal. Evidentemente no era su caso, pero Leopoldo Calvo Sotelo lo sabía y con su retranca habitual, él mismo lo contó.

Un profesor de la Facultad de Derecho, comentaba en una entrevista que él suele sorprender a sus alumnos preguntando en los exámenes  cosas que nada tienen que ver con la disciplina que imparte en el aula. La última fue: “Escribe el nombre de los tres últimos alcaldes de tu pueblo”. Ante cuestión tan complicada, el 93% de los alumnos no supieron responder. Aseguraba que en lo referido a Badajoz y Cáceres la ignorancia alcanzaba cotas impensables porque más de la mitad de los cacereños  y badajocenses no acertaron ni a escribir correctamente el nombre de los regidores actuales… Al margen de la desinformación política de nuestros universitarios,  que sin duda se acrecentaría si preguntaran  en la facultades de ciencias,  esto es toda una lección para los que por ocupar un puesto acaban confundiendo valor y precio, sobredimensionando la insignificancia, sin aceptar la “insoportable levedad del ser”.

El mundo gira a su paso y no se acelera por la batuta de cuatro tipillos empeñados en hacer trascender su absoluta intrascendencia. Unamuno, siendo Unamuno, sólo aspiraba a “paz interior o nada”, pero los necios se empeñan en perpetuar su sombra. Su mala sombra.

miércoles, 19 de junio de 2013

DEL BUFÓN LA BUFONADA (Público 19. 06. 2013)

DEL BUFÓN LA BUFONADA
                                       Tomás Martín Tamayo

Jordi Évole lo resumía en un twist con gran dosis de cachondeo: “Messi se empadronará en Extremadura para pagar menos impuestos”. Es decir, que tras  la bufonada sorprendente de bajar los impuestos en Extremadura, el bufón ha quedado al descubierto y su cohetería se ha apagado antes de alcanzar el estallido. Después del notición, impactante para todos los medios de comunicación, cuando las aguas se serenaron enseñando el fondo del estanque, la sorpresa devino en risa y esta nueva vuelta de tuerca sitúa a Monago a la altura de aquellos que quieren vender a los guiris la Puerta de Alcalá o la Giralda de Sevilla. Lo peor es que el cuento se residencia en Extremadura y que, otra vez, hoy por la tómbola  fiscal de Monago, como ayer por las “expropiaciones de fincas” de Ibarra, Extremadura es diana de caricatos. Podían esforzarse un poco y agudizar el ingenio para clavar sus alfileres en los verdaderos protagonistas de las historietas, dejando al margen a una comunidad que ya tiene bastante con saltar de don Poncio y caer en don Pilatos.
 
El último cohete de Monago, empeñado en romper cristales y en ser “verso suelto” de su propia letrilla de carnaval, debió explotarle a Rajoy en el mismísimo culo,  pero abrió telediarios, ocupó portadas, fue centro de tertulias, objeto de análisis y saltó fronteras hasta colarse en redacciones francesas, alemanas, italianas… La noticia tenía su enjundia, porque mientras el presidente del Gobierno y del PP, aconsejado por un  “comité de expertos”, el Banco de España, la Unión Europea, el BCE y el Fondo Monetario estudia medidas de ajuste, con subidas en casi todos los apartados, en Extremadura, una comunidad considerada pobre, con el 37% de paro, aferrada a la solidaridad interterritorial y que no es contribuyente neto, se rompían por tercera vez las directrices del Gobierno (paga extra de los funcionarios e IVA cultural) y lograba el trompetazo mediático anunciando la bajada del IRPF para el 90% de los extremeños.

Asunto peliagudo y que demuestra poca sesera política, porque atrae hacia Extremadura todas las miradas hostiles e incita a endurecer sus exigencias a las comunidades contribuyentes, como Cataluña, que vienen reclamando un trato fiscal asimétrico que las compense por sostener a las que despectivamente llaman  “regiones parasitarias” del sistema. En el fondo de lo anunciado no hay nada, subyace exclusivamente la megalomanía de un personaje, Monago, aficionado a los repiques de campanas incluso para anunciar un estornudo. La rebaja del IRPF sólo era un cohete más, una nueva liebre de trapo soltada sorpresivamente para que se corriera detrás de ella y no se hablara de los 184.000 parados extremeños. Objetivo cumplido, durante 24 horas Monago fue eje en todos los informativos, con lo que la rentabilidad mediática estaba notablemente amortizada. No se puede medir en euros el precio de semejante despliegue, desde luego muy superior a los diez millones anunciados, pero ya es triste que una región como Extremadura invierta en semejantes despropósitos.


 Cuando se leyó la letra pequeña se vio que la rebaja mayor, 170 euros, apenas alcanzará a 12.000 contribuyentes y que el resto se beneficiará entre 0´85 y 24 euros/año. ¡Y para el 2015! Pobre baza electoral la de rebajar para un café con porras, frente a los 200.000 parados que por esa fecha tendremos. Es decir, nada para nadie, aunque la Junta de Extremadura emplee en la soflama fiscal diez millones de euros, de los que el mayor y casi único beneficiario sería el propio Monago. ¿Era ese el propósito final de la traca? No hay que descartarlo, sabiendo que estamos gobernados por un equipo de asesores, dedicados exclusivamente al marketing político. Su objetivo es comprar imagen sin saber con qué se paga. Monago es un hombre foro, un político de pasarela, dedicado a vender “rebeldía”, a ser barón rojo y  verso suelto. Para gobernar ni está ni se le espera.

sábado, 15 de junio de 2013

LA LIEBRE DE TRAPO

                            La calma del encinar
                            LA LIEBRE DE TRAPO
                                                                       Tomás Martín Tamayo
                                                                       tomasmartintamayo@gmail.com

En las carreras de galgos  hacen correr a los perros detrás de una liebre de trapo, imposible de coger ya que mientras más corren ellos más corre la liebre. Es un doble engaño porque, además de ser una liebre falsa, la carrera está amañada para que ningún galgo logre morder el amasijo. A los pobres galgos no se les da tiempo para que puedan olfatear el engaño y salen a toda velocidad detrás del señuelo conforme se abre la compuerta. Tal vez la comparación no sea muy afortunada, pero algo así ocurrió con la bajada del IPRF anunciada por Monago esta misma semana. Los medios de comunicación, ante noticias apresuradas, tienen poco tiempo para el análisis sosegado y se lanzan detrás de la liebre, aunque sea de trapo, y a pesar de que los antecedentes del que tira del señuelo aconsejen cierta prudencia, porque no es la primera vez que organiza estos saraos que después, como en el soneto de Cervantes, “miró al soslayo, fuese y no hubo nada”.

La liebre que soltó Monago, “voy a bajar el IRPF al 90% de los extremeños” saltó corriendo y, motivados por el movimiento acelerado de un “trapo” que reclamaba urgencia, salieron detrás de ella, abriendo los informativos, acaparando tertulias, análisis,  opiniones y copando titulares en toda la prensa. Unos para indignarse, o para aplaudir, otros para anunciar medidas similares, estos  para señalar la audacia de la liebre y aquellos para establecer comparaciones, en estos momentos en los que el propio Gobierno anuncia bastos para la feligresía. El análisis apresurado concluía en una simplicidad: “mientras Rajoy y su Gobierno, impulsados por un comité de expertos, por la Unión Europea, el BCE y el Fondo Monetario estudian más medidas de ajuste, con subidas en casi todos los apartados, en Extremadura, una comunidad considerada pobre y que no es contribuyente neto, iban a bajar el IRPF”.
 
 Cuando la carrera estaba lanzada, a alguien se le ocurrió leer la letra pequeña y  la pertinente división le dio un cociente tan a la baja que la noticia se disolvía en sí misma, pero el pistoletazo ya se había dado. La rebaja suponía 24 euros anuales para los que declararan ingresos inferiores a 24.000 euros y…  ¡para el 2015! Efectivamente, menos da una piedra y no se puede culpar a Monago de haber engañado a nadie porque bajar un sólo céntimo es bajar, aunque en el fogonazo del momento se ahorrara ladinamente la aclaración de que la reducción supone un café con porras y dos copas de aguardiente. Amén de que bajar ahora 10 millones después de haber subido 110 el año pasado…

Objetivo cumplido, durante 24 horas Monago fue el eje de todos los informativos porque, además de los medios españoles, franceses, italianos y alemanes se hicieron eco de la pintoresca noticia, con lo que la rentabilidad mediática estaba notablemente amortizada. No se puede medir en euros el precio de semejante despliegue publicitario, pero es posible que con 24 euros/año de cada uno de los extremeños, no se pudiera pagar semejante derroche mediático. Al alimón, con estas pedradas sobre los cristales,  -“ruido, ruido, ruido”, que cantaba Sabina- Monago cerraba para la atención pública un debate en el que se pasó de puntillas sobre los 188.000 parados. A esos les da igual que rebajen el IRPF. Chimpón.


sábado, 8 de junio de 2013

OPERACIÓN DERRIBO

                   La calma del encinar
                   OPERACIÓN DERRIBO
                                   Tomás Martín Tamayo
                                   tomasmartintamayo@gmail.com

Fernández Vara sigue creyendo en los Reyes Magos y todavía no se ha enterado de que incluso el Papa Benedicto XVI cuestionó su existencia. Él continúa pedaleando a su ritmo y si encuentra chinchetas en plena curva se niega a ver intencionalidad, porque parte de la premisa de que “to er mundo e güeno”. Como se sabe incapaz de meter palos en las ruedas de nadie, parece convencido de que de todos los grifos sale agua bendita. Van a por él. Van a por él descaradamente e incluso su mentor, Ibarra, no pierde oportunidad para ningunearlo, situándose al lado de Monago para que la ventisca de la “herencia recibida” no le alcance y para en un toma y daca vergonzante, conservar el estatus principesco del que sigue gozando, porque aunque el “estatuto del presidente” está abolido en la intención, Monago no ha “ejecutado” la sentencia y sus socios de IU han recogido velas. Monago paga a Ibarra la foto y la presencia con migajas que le permiten incluso tener en su fundación privada a dos funcionarios públicos, naturalmente pagados por todos los extremeños, y el tronante irredento se redime mostrando simpatía, cercanía y silencio. ¿Alguien ha visto a Ibarra romper  en dos años un sólo cristal de la vidriera de Monago? Pues eso.

Pero mientras Vara capea el temporal y se lame las heridas, intentando articular un frente de oposición a su imagen y semejanza, es decir, más bien blandito, la escudería de propaganda de la Junta, articulada desde la consejería de Ocurrencias, ha dado una vuelta más al torniquete en el ecuador de la legislatura y se ha propuesto que GFV tire la toalla para que ni siquiera pueda ser candidato. El tiro está bien pegado porque si al PSOE, en este momento de descomposición nacional, regional, provincial y local, le anulan en Extremadura al único candidato reconocido y reconocible, el PP podrá festejar el éxito de las próximas elecciones autonómicas incluso dos años antes de que se convoquen. Y en el brindis participaría gustoso el propio Ibarra.

 A Fabra lo crucificaron por pretender contratar a un “guía de liderazgo”, pero Monago tiene a su gurú personal, con una veintena de cocineros en la escudería y aquí no ha pasado nada, porque el silencio de los corderos pone alfombras a todo. Y el plato principal que elaboran en cocina es siempre el mismo, el exterminio de  un Vara que sigue rezando “cuatro esquinitas tiene mi cama”, mientras los propios se ponen de perfil porque el buen entendimiento entre Ibarra y Monago es guía para muchos. Poco hay que objetar a un gobierno del PP en minoría si parte del PSOE está conforme y sus socios son de IU.


Fernández Vara tiene la culpa incluso del estropicio de FEVAL, mientras el consejo de administración, en el que participaba el propio PP, queda al margen y, en el colmo de los colmos,  ya le atacan incluso con grotescos anuncios pagados en prensa, algo que abre un camino que, hasta ahora, no se había explorado en Extremadura. ¿Para qué? Para amedrentarlo y para achicarlo cara al debate parlamentario de la próxima semana. Que salga disminuido, con sensación de culpable y evidencias de orfandad, es el objetivo de los cocinillas, mientras Vara sigue resignadamente mirando al cielo.

sábado, 1 de junio de 2013

SATURNO EXTREMEÑO

                               

 La calma del encinar
                                 SATURNO EXTREMEÑO
                                                                       Tomás Martín Tamayo
                                                                       tomasmartintamayo@gmail.com

Y “míster ombligo”, ejerciendo de rompecristales, va y dice: “Lo que ha hecho Aznar es exactamente lo que no hay que hacer cuando se abandona la responsabilidad política. Hay que saber aceptar que el autobús sólo se puede conducir desde el asiento del conductor, pretender conducir desde otra posición es arriesgarse a que el vehículo no llegue a ningún destino y lo más seguro es que el accidente se produzca a la salida de cualquier curva”. A priori parece una sensata reflexión, pero finalmente deviene en disparate desternillante si el autor es Ibarra, el saturno extremeño empeñado en devorar a su hijo político, incluso al precio de caer en  deslealtad con las siglas del partido que lo sostuvo. Se fue para quedarse y desde que se vio fuera anda golpeando la puerta para que no lo olvidemos. Al precio que sea, incluso dejándose acariciar el lomo por el PP para poder segar la hierba debajo de los pies a Guillermo Fernández Vara, su designado. El “saturnillo”, completamente perdido para la privacidad, anda buscando besos de reconocimiento y cualquier cosa le vale.

Pero es que en su ceguera sigue vociferando lo que percibe cuando se mira al espejo: “La entrevista televisiva ha evidenciado un Aznar lleno de desconfianza hacia un Rajoy cuyo único delito consiste en querer volar por sus propios medios”. Es decir, lo mismo que le pasó a Vara por querer ir a su paso, pensar con su cabeza, tomar sus decisiones, aparcar fobias y lastres y dejar en el apeadero al ególatra que desde la parte trasera del autobús pretendía seguir conduciendo el vehículo. Resulta igualmente falso y pretencioso cuando afirma: “Nunca, por muchas veces que se haya hecho la misma ruta, son iguales las circunstancias de circulación, por lo que pretender que se conduzca y se circule como se hacía cuando el que se marchó ocupaba esa responsabilidad es un ejercicio mezquino de soberbia, prepotencia y desconfianza en los demás”. Exacto, cuenta con precisión la soberbia, la mezquindad y la prepotencia que son los pilares angulares de su afán. Y de su vida política.

¿Se imaginan a Talavante encabezando una manifestación contra las corridas de toros?  ¿Al Dioni adoctrinando para que nadie tenga la tentación de llevarse un furgón blindado?  ¿A Roldán dando consejos a la Guardia Civil para que sea honesta? ¿Y a Zapatero criticando a Rajoy por no saber salir de la crisis?... Son supuestos difíciles de aceptar sin una sonrisa, que se admiten cuando se dan trastornos de la personalidad muy acusados o bajo la tutela del cinismo o la hipocresía, aunque no es novedoso que los asesinos se sumen  afanosamente a los que buscan a sus víctimas y que en los funerales de algunas víctimas,  los que más lloren sean precisamente sus verdugos.

Concluye “saturnillo” con una de sus típicas soflamas. Dice que Aznar sabía que si no distraía al personal corría el riesgo de que en lugar de hablar de su posible retorno se hablara de las luces de la boda de su hija… Ya saben, la conexión con el Gürtel y todo eso. ¿Por qué lo hace él? De momento sigue  disfrutando del boato de los coches oficiales y los funcionarios públicos, pagados por todos los extremeños, pero trabajando en su fundación privada.


Los trastornos de doble personalidad e incluso los bipolares son frecuentes en la clase política, aunque no sea el caso, y la práctica de devorar al hijo es muy frecuente. Entre las Pinturas Negras de Goya, en el Museo del Prado, se exhibe la terrible imagen de Saturno engullendo a su hijo, que cuelga sangrando de su boca. ¿Podemos ver la figura de “aznarsaturno”  devorando a Rajoy?  En Extremadura lo tenemos más fácil y más cercano.