La calma del encinar
¡VUELVA,
SR. GONZÁLEZ!
Tomás
Martín Tamayo
No sabemos cómo ni quien lo ha guiado por el sendero hacia
Israel, pero Monago, nuestro Moisés particular, ha encontrado el modelo en el
que debemos fijarnos los extremeños para alcanzar la “tierra prometida”. Según
la Biblia hebrea, Yahvé eligió a los
descendientes de Abrahán para darles una tierra en la que mana leche y miel y
si allí fue Moisés el encargado del pastoreo del pueblo israelita hacia la zona
de promisión, aquí puede ser Monago el que haya recibido el pálpito divino para,
siguiendo los mismos pasos (Génesis, 15,
18-21), alcanzar la tierra de nuestro anhelo. En su brillante discurso aludió
al “sueño de nuestros padres”. Ahí es nada, el mismo Monago que comenzó
queriendo ser Celdrán y acabó en Ibarra, ahora, por aquello del estímulo, se ha
autoestimulado y se nos inviste de Moisés, al mismo tiempo que reivindica la
figura política de Felipe González. ¡Este hombre es un genio!
El “márchese, Sr. González”,
con el que Aznar empujaba a Felipe, lo ha transformado Monago en un “vuelva,
Sr. González” al fichar para “invest in
Extremadura” al Sr. X, el que se enteraba por los periódicos de las
noticias que él mismo generaba. ¡Buen maestro! ¿No era Monago el que presumía
de hablar en extremeño? Pues ahora le ha dado por el inglés y del “Organizing a New Extremadura”, ha pasado el
“Invest in” imitando a los cursis de los años 60. Pero dejando la “coña” para
mejor ocasión, creo que es de justicia aplaudir el afán por buscar nuevos
horizontes porque el inmovilismo nos dejaría en el mismo punto de partida y ya
sabemos dónde y cómo nos dejó otro ocurrente Moisés que nos guió a los
extremeños durante veinticinco años. No creo que sea criticable el empeño por
sondear nuevas posibilidades, pero es de chiste la cohetería, la parafernalia y
el teatro que montan para vender como música cualquier estornudo. El despliegue de medios y de seguridad
alcanzó el ridículo, acotando la Asamblea como una finca particular, impidiendo
a los diputados que accedieran a la misma.
Sabemos que sobre las
representaciones diplomáticas de Israel planea permanentemente la amenaza de un
atentado, pero la efectividad no está reñida con la sutileza. Resultó
excesivamente llamativo cerrar varias calles de Mérida y que la policía
acompañara a los vecinos que tenían que acceder a sus domicilios particulares.
Sobraron espectáculo y redobles de tambor. Hace poco más de una año, mientras
desayunábamos en un hotel de Costa Rica, la policía de forma casi imperceptible,
entró en el salón acompañada por el recepcionista, que sin molestar nos fue
identificando a todos con las fichas de entrada. Después supe que en un
reservado a escasos metros de nuestra mesa, iban a desayunar la presidenta de
Costa Rica, dos ministros y el embajador de Israel…
Por lo demás, la apuesta por abrir
mercados, evolucionar hacia la
innovación y la tecnología, ser competitivos, apoyar a los emprendedores y
superar la situación de crisis y pesimismo está bien, pero las hemerotecas
están llenas de planes y ocurrencias que concluyeron con el ruido que hicieron
al presentarlas. Mucho “organizig” y mucho “invest”, pero entre ocurrencia y
ocurrencia ya tenemos 181.600 parados, el 35, 56%, mientras siguen formando
ruido y pescando con dinamita. ¡Troop of geese!