jueves, 21 de octubre de 2010

VENTA DE PARCELAS


Creo que tiene poca importancia la remodelación que ha hecho Zapatero, porque lo que hace falta es un cambio de gobierno y no un cambio en el gobierno. ¿Qué más da la Pajin que la Aydo?. ¿Puede ser Rubalcaba más cínico, sinvergüenza, jeta, y mentiroso que su predecesora? Sí que puede, porque la criatura tienen unos antecedentes que lo avalan, pero tendrá que emplearse a fondo. Lo único que lamento es que la señorita Marivogue se haya ido sin decirnos en qué túnel de cien leguas guarda los tres mil modelitos que ha lucido durante estos siete años de pasarela. ¿Va a rectificar Trinidad Jiménez el deambular errático y pordiosero de Moratinos? ¿Un tal Valeriano Gómez, que durante la huelga general gritaba contra Zapatero por sus recortes sociales va a llevar a buen puerto los recortes sociales contra los que vociferaba? Ojo al parche, que este modelo de coherencia dará muchos titulares.

Para lo único que ha servido la remodelación ha sido para poner sordina al trapicheo con los nacionalistas vascos y canarios. Zapatero está parcelando la finca y vendiéndola a los nacionalistas que sueñan con una España troceada, porque es el mejor escenario para sus elucubraciones separatistas. Mientras más débil sea el Gobierno de España, más fuertes serán sus posibilidades y más valdrá el voto que le prestan al gran mandilón para que llegue, como sea, hasta el final de su mandato. El único objetivo que le queda a Zapatero es aferrarse al poder, porque ya se sabe que para algunos patriotas como él, el concepto de España es cuestionable. PNV y CC, que suman el 1´8% del electorado, estarán tutelando y ordeñando a España hasta el final de la legislatura. Con ocho diputados, tres menos de los que tiene Extremadura, vascos y canarios serán los que nos gobiernen en este tramo final, porque si hay algo que no está en la cabeza de Zapatero es convocar elecciones para que España pueda decidir. Para eso está él.

La primera víctima del mercadeo será el lehendakari, Patxi López, cuya cabeza se la ha servido Zapatero al PNV en bandeja de plata. El pacto de estabilidad alcanzado con los separatistas vascos le permitirá agotar la legislatura, pero una de facturas será sacrificar a quien, con ayuda del Partido Popular, protagonizó el cambio en el País Vasco, después de treinta años de hegemonía nacionalista. En el PNV se mostraban pletóricos con el resultado del trapicheo, porque había conseguido más que Patxi López y porque eso les permitía retomar la “irrenunciable reivindicación del Estado vasco, volviendo a la senda soberanista de Ibarretxe”. Más claro ni el agua: Zapatero vendía soberanismo vasco a cambio de permanecer en la poltrona. A él plin.

La segunda victima seremos todos los demás, porque Zapatero dispara con pólvora ajena. El País Vasco tiene un 10’ 4% de paro y Extremadura el 23%, pero se destina a cada parados vasco y 3.600 euros, frente a los 900 euros de los parados extremeños. ¿Será porque los parados vascos están más parados o porque la que está parada es Extremadura?

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