viernes, 30 de julio de 2010

DESAPARECIDOS SIN COMBATE


Señalan algunos socialistas, como Leguina, la inactividad del “Club de la ceja” desde que las encuestas son desfavorables a Zapatero. ¿Es que pensaban que aquello era amor hasta la muerte? Los del club cejil pueden pasar a integrarse en el “club de la barba” si Mariano Rajoy consolida las posibilidades que los sondeos adelantan y les hace un guiño afirmativo sobre la mamandurria de las subvenciones a muchos bodrios de los culturetas. En el cine español hay cosas buenas, que es como decir que la mayoría de las producciones son paridas insustanciales que no llegan ni al día del estreno. Muchas mamarrachadas se filman para que los integrantes del “club” tengan algo de actividad más allá del oportunismo de algunos platós televisivos, y el mundillo de la progresía cinematográfica se alquila como una tumbona playera. En aquel listado hay de todo, incluso gente que merece respeto, como el canalla de Sabina o el vivalavirgen de Serrat, pero en su conjunto son unos trepas apesabrados que venden su tiempo, su fidelidad y su sonrisa a tanto la hora. Si van ustedes a una lonja portuaria, acérquense a una subasta de pescado y allí, entre besugos y arenques, están todos ellos.

El Miguelito Bosé sigue por esos mundos impartiendo filosofía con su “amante bandido” y los willytoledos, los sanjuán, las lolesleón y la bardena están tirando cables para poder saltar de una teta que consideran agotada a otra que está en un “ya veremos”. A la bardena, buque insignia de la progresía más avanzada y comprometida, que incluso se ató a un árbol para solidarizarse con la causa ecologista de la baronesa Tissen, no se le ve el plumero. Este año ni siquiera se ha hecho visible en el día del orgullo gay y a duras penas ha enseñado joyerío en la boda de su niño. La última intentona de la ejecutiva permanente del club fue para ordeñar sucesivamente la huelga de hambre de Aminatu, pero cuando la saharaui les vio el pelaje social y se negó al posado fotográfico, la gentecilla le dio la espalda, como ahora pretenden hacer con el icono de la ceja.

Los recortes sociales no les afectan ni van con ellos y lo que más les duele de los cinco millones de parados es que no pasarán por taquilla para ver sus productos hiper subvencionados. No sé como todavía no se les ha ocurrido pedir subvenciones para entradas a sus espectáculos, Las lapidaciones en Irán les cogen muy lejos y las huelgas de hambre de los presos cubanos las transforman en huelgas de delincuentes comunes. Incluso han pasado de las deportaciones carcelarias y hasta le han dado la espalda a los sindicatos por los salarios y los despidos a la baja. El club de la ceja está huyendo de puntillas, aunque tengan en cartera alguna escenificación tan cultural, moderna y actual, como denunciar otra vez los vertidos del Prestige o la guerra de Irak. Yo creo que ya ni se reúnen para elaborar la agenda del día, aunque quede por ahí algún despistado que sigue con el dedito en la ceja, ¡Prepárate Mariano, que vienen a por ti!

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