jueves, 30 de octubre de 2008

UNA IBARRADA MÁS


¿A quien, sino a Ibarra, se le puede ocurrir el despropósito de ceder en el trasvase Valdecañas-Segura a cambio de que Cáceres sea elegida Capital Europea de la Cultura en 2016? Genio y figura, seguirá haciendo propuestas disparatadas, porque el caso es seguir, que se le vea, que se le oiga, al precio que sea. Espero que nadie le haga caso porque sería un disparate poner sobre la mesa contrapesos que nada tienen que ver con el nombramiento, matando mosquitos a cañonazos y pagando por el título mucho más de lo que vale. Los empeños razonables hay que razonarlos y no entrar con ellos en un estúpido mercadilleo que para lo único que sirve es para restar méritos a Cáceres y ponernos en evidencia, una vez más, a todos los extremeños.

Hasta ahora han sido veintidós las ciudades que han ostentado la titularidad que nosotros perseguimos para Cáceres y ninguna de ellas ha sufrido una transformación equiparable al costo económico invertido en el proyecto. Desde Aviñón, Bergen y Santiago de Compostela que compartieron la primera designación en 2001, hasta Liberpool y Stavanger en el 2008, todas las capitales europeas han pasado su año “de gloria” sin pena y poca gloria, porque el aporte económico que llega no es como para transformar las estructuras culturales de esas ciudades, aunque no se puede negar el valor del título para la difusión internacional de su patrimonio. El nombramiento no es panacea de nada y los austriacos, que suelen ser muy realistas, hicieron sus cuentas tras el año de Graz como capital europea en 2003. La conclusión fue que había salido más de lo que había entrado.

Cáceres se vale por si misma para optar a la designación, porque su patrimonio arquitectónico es superior o equiparable al de todas las ciudades que ya han pasado por el trance y muy superior al de las otras doce ciudades españolas que compiten por la titularidad de 2016. Es en esa realidad evidente, incontestable, donde reside nuestra razón y nuestra fuerza, aunque Zapatero se haya posicionado públicamente por Córdoba. Además creo que las cosas se están haciendo con bastante solvencia y que tanto el ayuntamiento cacereño, como la consejería de Cultura, la Asamblea y las diputaciones presentan un frente común muy sólido a la propuesta inicial del PP. Pocos proyectos de Extremadura gozan de tanta unanimidad.

En esta situación parece excesivamente frívolo adentrarse por la senda del chalaneo y el cambio de cromos, pretendiendo, como lo ha hecho Ibarra, que lo de Cáceres Capital Europea de 2016, sea una compensación graciable por la cesión del trasvase Valdecañas-Segura. ¡Este hombre primero dispara y después apunta! Si nos corresponde que nos lo den y, en capítulo aparte, si tenemos que ceder en el trasvase, intentemos sacar compensaciones que no hagan reír a medio mundo. Si la disparatada propuesta de Ibarra llega a oídos de la comisión del parlamento europeo, Cáceres habrá perdido muchas bazas en la carrera hacia la capitalidad. ¡Una ibarrada más en el suma y sigue de sus barbaridades! ¿Por qué no se calla?

miércoles, 22 de octubre de 2008

FOSAS COMUNES

Si abrimos el objetivo y ampliamos un poco la mirada, la tierra entera es una fosa común donde todos los muertos están juntos, aunque uno tenga su tumba en la sima marina de Las Marianas y otro en la cima del Everest. A fin de cuentas entre lo más alto y lo más profundo hay una distancia inferior a la que separa Badajoz de Olivenza. Muertos negros, muertos blancos, ricos y pobres, amos y esclavos, víctimas y verdugos están unidos en lo esencial, aunque nos empeñemos en preservar para ellos diferencias que son imperceptibles.

¿Es necesario ponerle nombres y apellidos a un fémur que lleva 70 años enterrado? Algunos creen que sí, porque con la identificación podrán cerrar un capítulo que lleva mucho tiempo abierto. Es una opinión respetable, si no median intereses políticos. Otros consideramos que el capítulo estaba cerrado y que se está abriendo ahora, al socaire de un revisionismo inútil, que sólo servirá para hurgar en heridas que estaban cicatrizadas. ¿Es necesario saber qué clavícula es la de García Lorca, cual la del maestro y cuales las de los dos banderilleros que los acompañaron aquella tarde? La muerte los ha igualado tanto que sólo acudiendo al galimatías del código genético se logrará una identificación aproximada. ¿Ayuda esto a pasar página?

Qué empeño tan inútil individualizar ahora, hueso a hueso, la osamenta común de los que llevan 70 años bajo la misma palada de tierra, nutriendo las raíces del mismo árbol, dando esplendor a la misma hierba y que compartieron infortunio y larvas. ¿En qué ayuda esto a la memoria de unos muertos que son de todos, porque de todos fue aquella locura colectiva de una España dividida, herida y ensangrentada? Hace 30 años que vivimos en democracia y durante este tiempo, con UCD, con el PSOE y con el PP, todos hemos intentado mirar hacia delante, superando el chirrido de las dos españas. Mirar ahora por el retrovisor no parece muy progresista.

Además, dejar que el juez Garzón meta en esto la zarpa de su enfermiza egolatría es perder toda razón y referencia, porque no parece muy respetuoso acudir al sainetero mayor del Reino, para que pueda subir el telón de su particular representación. Si hay algo que recuperar, recuperemos todo lo recuperable, pero no dejemos que con garzonadas que no irán a parte alguna, brille por unos días la estrella estrellada de semejante individúo. ¡Un poquito de por favor!

Podemos tener opiniones diferentes y buscar lo mismo por caminos distintos, pero lo que no podemos es perder el respeto a los que un día tampoco les respetaron la vida. Los sainetes van muy bien para las tardes estivales en las plazas de los pueblos, pero lo muertos, estén en especieros o en fosas comunes, merecen, incluso 70 años después, una consideración que se ve alterada por incursiones como esta. Antes que recuperar la memoria, recuperemos la sensatez, que esto no es tema para pasar el tiempo y divertirse viendo las cabriolas de un saltimbanqui.

martes, 14 de octubre de 2008

SOLUCIONES PARA TODO


Durante una larga temporada estuve recibiendo correos electrónicos en los que casi me obligaban a comprar un crecepelos milagroso. A esto se sumaron los que se empeñaban en venderme ansiolíticos, anfetaminas, una crema rejuvenecedora y los que querían llevarme de viaje a lugares exóticos. La insistencia era tan pesada que tuve que cambiar la dirección de mi correo electrónico. De hotmail a telefónica.

Sólo fue un respiro, porque en manada me llegaron los que se decían representantes de multinacionales que a precios de ganga me ofertaban ordenadores portátiles, móviles de última generación, cámaras fotográficas, reproductores de música, navegadores y cosas que no sé que son ni para qué sirven, como un TLCD, Xbox, Sistem OF o SPG. En prueba de seriedad comercial, ofertan dos años de garantía “sin límite”. Como llevaba poco tiempo con la nueva dirección, decidí prescindir de ella y de telefónica.net, pase a terra.com.

Tiempo perdido. El nuevo correo estuvo limpio un suspiro, porque pronto cayó en las redes de los “viagreños”. Era pesadísimo esperar cada mañana durante muchos minutos hasta que se descargaban las chorradas de los que preocupados por mi vida sexual, me atosigaban con la oferta de la milagrosa Viagra. Viagras a buen precio, viagras fortalecidas con vitaminas estimulantes, viagras para cardiacos que logran su objetivo pero sin alterar el pulso, viagras que prolongaban la excitación según conveniencia, viagras de colores diferentes para ocultar su necesidad…

Lo del crecepelos lo entendí porque es visible que no ando muy sobrado. También entendí lo de la crema rejuvenecedora porque uno ya ha recorrido una parte importante de su camino y hasta me siento culpable con lo de los viajes exóticos porque recuerdo que una vez, en un momento tonto, rellené el folleto de una agencia de viajes, pero ¿y esto de la Viagra? ¿Qué sabe esta gente que me escribe desde Sudáfrica, Italia, EE.UU, Canadá y China de mi actividad sexual? Yo no voy de garañón por la vida y sé que no estoy para tirar cohetes, pero tampoco creo que mis “proezas” hayan sido tan sonoras como para traspasar fronteras y que, como la crisis financiera, se comenten en los foros internacionales. Como me resulta difícil aceptar que el tema sea tan preocupante como para quitarle el sueño a los chinos, volví a cambiar la dirección de mi correo electrónico. Ahora pasé de terra.com a navegalia.es

Para nada. Supongo que los mismos tíos de las viagras han vuelto a la carga, porque deben haber llegado a la conclusión de que mi problema sexual no se resuelve con un estimulante sino con un alargante. Es decir, que me consideran “churricorto” y con la noble intención de ayudar, me ofertan todos los días un adminículo que alarga la cosa hasta en diez centímetros. Y como una imagen vale más que mil palabras, me adjuntan fotografías con el “antes y el después”, para que yo vea cómo una humilde avellanita puede crecerse hasta tutear al mismísimo “Cipote de Archidona”. La cosa promete, igual me animo.

martes, 7 de octubre de 2008

MILLONES PARA LOS COLEGAS


Los Presupuestos Generales del Estado son un espejo de la crisis económica y reducen casi todas sus partidas de forma notoria. Podíamos hablar de Extremadura, especialmente afectada por estos recortes que no lo son tanto en otras comunidades, pero como la Junta está conforme con lo que nos va a llegar, el PSOE extremeño está contento y la delegada del Gobierno casi tira cohetes, pues mejor será no aguarles la fiesta para que sigan brindando de alegría. De todos modos, si Extremadura está contenta con ellos y ellos están contentos con estos Presupuestos, pues “miel sobre hojuelas, que sarna con gusto no pica”.

Siguiendo el ceremonial de Zapatero, todos los apolo-jetas del sistema aseguran que los Presupuestos se adaptan a las necesidades, pero que son eminentemente sociales. Sale Zapatero, se pone serio, arruga el entrecejo, mira de soslayo, junta los dedos índice y pulgar –que es como un rictus que precede a sus mentiras- y enfatiza: “Estos Presupuestos no reducen ni en un euro el gasto social”

¿Qué quiso decir? Pues si consultamos el diccionario “Zapatero/Español-Español/Zapatero” llegaremos a la conclusión de que lo que dijo es que el mayor recorte está precisamente en el gasto social. Entender a Zapatero no es muy complicado si uno oye lo contrario de lo que dice. “No hay crisis”, significa que la crisis es muy preocupante y “acabaremos con el paro” quiere decir que en sólo nueve meses habrá 700.000 parados más.

Sanidad, Dependencia, Educación, pensiones y empleo pierden más de 5.000 millones de euros. El Gobierno ha eliminado el Plan de Acción para las personas mayores, ha dividido por cuatro el presupuesto para la plazas escolares de 0 a 3 años, ha anulado la contratación de las empresas que colaboraban con el Sistema Nacional de Salud, ha recortado en 200 millones el Plan de Dependencia que iba a aumentar en 500, ha suprimido los anticipos de tesorería para la financiación de la Sanidad en las CCAA, ha reducido el gasto dedicado a las políticas de fomento de empleo…

¿Es que no ha subido ninguna partida? Si, ha subido el “gasto social” destinado al Fondo de Protección de la Cinematografía. Casi 100 millones de euros para los coleguillas de la farándula. ¿No se acuerdan? Fue memorable aquella asamblea general de culturetas que, al cierre de la campaña electoral, se dieron cita para apoyar a su protector, poniéndose el dedito índice en la ceja, para agradecer el canon digital y el momio de las ayudas cinematográficas.

Ha aumentado notablemente la partida para proteger la adormidera de un cine que, en sólo un año, perdió seis millones de espectadores, precisamente cuando sube el número de cinéfilos en España ¡No hay un solo proyecto cinematográfico sin subvención! Recaudan 70 y reciben ayudas por 100 millones, que permiten que esa especie protegida pueda seguir con sus dispendios y mirando al mundo desde arriba. ¡De esta penosa realidad sí que saldría un buen guión y una buena película!

viernes, 3 de octubre de 2008

La Universidad y la melancolía


La Universidad de Extremadura no es precisamente un centro donde se reflejen los problemas de la sociedad extremeña. Casi desde su origen está al margen y, recluida en su torre, sobran dedos de la nariz para contar su implicación en los problemas de la calle. Se me podrá argüir que la Universidad no está para eso, pero supongo que lo de universidad viene de universal y que las islas, aunque sean islas de ciencia y conocimiento, no son muy universales. Nuestra Universidad tiene un corte funcionarial muy marcado y, con excepciones muy excepcionales, sus docentes y sus discentes están a sus horarios y al mundo cerrado de sus papeles. ¿Qué opina la Universidad? O no tiene opinión o la tiene muy escondida.

Sé que nuestra Universidad cumple su cometido académico y que las promociones de licenciados que de ella salen pueden competir, con nota alta, con los licenciados de otras universidades de más renombre y prestigio, pero la nuestra tiene una actitud excesivamente endogámica y casi todo lo que cae al otro lado del campus le es, al menos en apariencia, indiferente. “Independiente y autónoma sí, pero no ajena a la sociedad con la que convive”, en expresión certera del Presidente de la Junta

No estoy reclamando la participación activa que las universidades tuvieron durante la transición, porque aquello era excesivo y finalmente tuvo un coste académico muy elevado, porque entre asambleas de profesores y estudiantes, concentraciones y manifestaciones se iba la mitad del curso. Tampoco reclamo una universidad que se sienta sal de todos los guisos, pero existe el punto equidistante, el equilibrio, y una universidad que se mantiene al margen de la sociedad a la que abastece y de la que se abastece, puede caer en el inmovilismo y la autocomplacencia, que son recursos poco científicos.

La Universidad de Extremadura no se involucra, no participa, no opina y está tan al margen de los problemas de la calle, como la calle de los problemas de la Universidad. Por eso extraña que una intervención, mínimamente reivindicativa de su rector, con motivo de la apertura del curso académico, haya merecido una respuesta airada del presidente de la Junta, en la que pidió a la Universidad menos crítica y más autocrítica. A Fernández Vara le escoció la intervención del rector y después de reclamar a la Universidad más participación, “para que no fuera ajena a la sociedad”, se desdijo y la relegó a su cubil, señalándole su sitio, -¿“zapatero a tus zapatos”?- , para que hiciera menos crítica y más autocrítica . “¡No se metan en política!” que decía Franco.

Con esta actitud de suficiencia por parte de “el que tiene las perras”, se me antoja una fina ironía académica que el profesor Reguera hablara en la primera lección del curso sobre algo tan al pelo como la melancolía: “Tristeza vaga y profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hacen que no encuentre quien la padece gusto ni diversión por nada”· Felicidades.