jueves, 10 de julio de 2008

La corbata


Algunos tienen la habilidad de hacer transcendente cualquier fruslería y el rollo paleto de un ministro que va de innovador, porque se quita la corbata, y un Bono que se inviste de conservador, porque quiere que se la ponga, ha sido la noticia de la pasada semana, alcanzando su punto más álgido en el congreso socialista, donde llegó a dividir al conclave entre encorbatados y descorbatados. Definitivamente estos socialistas de la era Zapatero son unos revolucionarios, capaces de implantar el hilo negro, el carburo, el pan con pan y los calzoncillos de tiro largo. Lo de la corbata es sólo la punta del iceberg de los que nos puede llega con ellos:

-Manolo, cariño, que no llegamos a final de mes, que la hipoteca ha subido 140 euros, que no hemos podido pagar el recibo de la luz, que el coche sigue sin gasolina, que el tendero no me fía, que el niño necesita zapatos, que…

-¡Calla, calla mujer, no me distraigas con bobadas que yo ahora estoy reflexionando sobre el asunto de la corbata!

Los agricultores, los ganaderos y los parados andan también en un sin vivir, porque no saben si deben ponerse la corbata para ir a la parcela o a la plaza del pueblo. El churrero, tras un debate familiar, decidió quitarse la corbata al amasar la harina y ponérsela al precipitar el churro sobre el aceite, con idea de contentar a su dividida clientela.

¿Y qué va a hacer Zapatero, se pregunta el mundo entero? Tras la clausura del congreso una periodista sagaz se atrevió a abordar el tema principal:

-Señor presidente: ¿Ud, también se quitará la corbata en el Consejo de Ministros o cuando vaya al Congreso de los Diputados?

-Bueno, ya veremos. Creo que debemos reflexionar sobre la propuesta y estar atentos de sus consecuencias en el terreno de las libertades. Todo ello en favor de los más desfavorecidos, claro.

Mientras tanto, el ministro rompedor-rebelde-revolucionario, ha dado otro paso de gigante y para achicar el déficit familiar prepara un decálogo de medidas modernísimas, como el invento del abanico, el botijo, el brasero de picón y está a punto de concluir un proyecto para que se apaguen automáticamente los televisores a las diez de la noche y que la gente se divierta con el parchís y el rezo del rosario en familia. A la luz de las velas.

¿Y en el congreso de los socialistas no se habló de nada más? Si, hablaron otra vez de la igualdad entre miembros y miembras, del voto emigrante, de la eutanasia, del matrimonio entre homosexuales, de reducir los plazos para el aborto, de la laicidad y además se ubicaron a la izquierda de la izquierda, dejando en el centro a la IU de Llamazares. Zapatero rebajó el paro a la condición de anécdota y volvió a negar la crisis económica porque supone “una visión negativa”

¿Entonces Zapatero no ha dicho la verdad? ¡Pedir a Zapatero que diga la verdad, es como pedirle al urólogo que te haga un tacto rectal, mirándote a los ojos!

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