lunes, 25 de junio de 2007

Democracia burlada en Montijo


Sé que la liturgia y los procedimientos son importantes a la hora de administrar justicia y sé que los jueces, al menos en teoría, dictan sus resoluciones con una venda en los ojos para que ningún olor ni color distorsione sus determinaciones. O sea, que a pesar de todo y pese a llamarme Tomás, sigo siendo un crédulo del sistema. Todos hemos visto películas en las que un asesino, con irrefutables pruebas en su contra, sale con la sonrisa abierta del juzgado, porque el registro en su coche o en su domicilio no se ajustó al ciento por ciento a la norma establecida…¡Dura lex, sed lex, pero lo de Montijo…!

El electorado de Montijo, el pasado 27 de mayo, votó cumpliendo la liturgia, los plazos y procedimientos de rigor que exige la democracia y votó en conciencia y en libertad. ¡Y eso es lo importante! Errores posteriores en el recuento, sumando lo que no se debe sumar y alterando, queriendo o sin querer, la voluntad de los montijanos, no pueden prevalecer sobre la soberanía de un pueblo que uno a uno, depositó su determinación en una urna. Pero si además se reconoce esta evidencia y el propio sistema de garantias las asume en el fondo, las formas, los plazos y las pólizas no pueden entorpecer la determinación de un pueblo, porque si se sienta este precedente acabaremos cuestionando la Justicia y la democracia.

Si la Junta Electoral reconoce y alerta del error porque se habían añadido al escrutinio de Montijo el de Barbaño, si se reconoce que esto altera grave y decisivamente la voluntad del electorado, porque el salto de un concejal del PP al PSOE cambia el resultado final, si es evidente que lo esencial, que es la decisión suprema del electorado, no tiene objeción alguna ¿puede el TSJEx basarse en lo secundario para alterar la determinación democrática del electorado?

Yo creo que todo lo que dice el TSJEx es verdad, que se han incumplido los plazos, que se ha acudido a lugares erroneos, que no se ha pedido lo que procedia y hasta es posible que en el recurso hubiera un borrón, errores ortográficos, que el papel no fuera el correcto y que en el recurso había y expresiones poco certeras, pero ¿fue o no fue impecable la elección del pueblo de Montijo? Que me perdonen sus altas señorias pero a un lego como yo no le entra en la cabeza que al final un juez tenga la última palabra en democracia y que lo que ha decidio un pueblo, limpiamente y con todo rigor, quede aparcado porque un tribunal no sea capaz de valorar esta evidencia suprema y se ampare en los purismos procedimentales para darle la vuelta a la tortilla.

¿Tienen los montijanos que aceptar una decisión, muy lejos de las urnas, que va diametralmente en contra de lo que ellos han elegido? ¿Está democráticamente legitimado un alcalde que sale investido por semejante procedimiento? ¿Podemos cuestionar la coronación del Rey porque no llevaba calcetines negros? Perdonen, pero yo no me río.

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