domingo, 5 de febrero de 2006

Ya no soy padre


En esta espiral de la estulticia en la que andamos metidos y en la que hoy somos más necios que ayer, pero menos que mañana, la última ocurrencia de la progresía del talante ha sido erradicar de la vida oficial las palabras “padre” y “madre” y para que no haya discriminación sexista respecto a los derechos de gays y lesbianas, ahora somos “progenitor A” y “progenitor B”. ¿Qué por qué?

La explicación que han dado es que si contraen matrimonio dos lesbianas o dos gays ¿cuál es el padre y cual la madre? Mantener esas denominaciones en los documentos oficiales puede conducir a confusión, ya que en el primer caso las dos son madres y en el segundo los dos son padres y eso es discriminatorio. La pregunta que no son capaces de responder es por qué no se ha mantenido “padre” y “madre” para los padres y madres, añadiendo lo de “progenitores” para los que pueden sentirse ofendidos por esas denominaciones antiguallas.

Así es que para no discriminar a los “progenitores” metiéndolos en el mismo saco que a los padres, se nos discrimina a los padres, metiéndonos en el mismo redil de los “progenitores”. O sea, que para que ellos no se acerquen a algo tan trasnochado y pestilente como un heterosexual, nos hacen a todos oficialmente homosexuales.

Ya no soy padre tengo que reciclarme a toda prisa para que cuando me acuerde de mi padre cambie el chip y lo sustituya por “progenitor A”. Y lo mismo respecto a mi madre, que ha pasado a B ¿No es esto discriminatorio? ¿Por qué el hombre tiene que ir delante con la A? ¿Y cuándo me acuerdo de la madre de algunos/as? Pues lo mismo, tengo que sentir lo mismo, pero en clave progenitora que es la última aportación y exportación de España a la atrasada Europa.

Bronco Alcott decía que “la enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia, pero cuando la ignorancia es aplaudida incluso por los que no son ignorantes, entonces la enfermedad se hace pandemia” ¿Cómo es posible que ante tanto disparate, ante tal cúmulo de despropósitos, incluso los que no son ignorantes silben, sonrían y miren para otra parte? Esto no es política, no es progreso, no es avance social y no es proteccionismo de nada ni de nadie. ¡Esto es una aberración lexical que hace temblar los cimientos incluso de la Real Academia de la Lengua!

Por haber ganado unas elecciones (dejemos aparcado el cómo) no se tiene patente para llevarnos a una involución estrafalaria, metiéndonos a todos en el saco común de la estulticia oficial. Yo tuve padre y madre y soy padre porque tengo hijos, pero acepto otras variantes, porque no todo el mundo puede, quiere, sabe quien es su padre… y soy partidario de que por eso no se discrimine a nadie, pero que tampoco me discrimine a mi.

No acepto que la conspiración de los necios cambie los términos y, al socaire de un modernismo bobo de solemnidad, nos arrebaten una parte esencial de nuestro patrimonio como españoles y como ciudadanos libres, que no aceptamos discriminaciones para nadie. Para nosotros tampoco. ¿Progenitor A y progenitor B? ¡Eso lo serán ustedes!

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