miércoles, 29 de junio de 2005

Zapatero, arma arrojadiza


El ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York logró unos objetivos impensables, porque no era previsible que dos aviones chocaran casi simultáneamente contra dos símbolos económicos de EEUU, ni que aquellos cayeran como si sus estructuras fueran de mantequilla. Un horror que aún da escalofrío, pero un horror perfecto, milimetrado, científico, casi perfecto. Como atentado terrorista, el del 11-S fue todo un éxito, porque a la brutalidad habitual de los terroristas, sumó la certeza de que nadie está al margen, reafirmó lo de “torres más altas cayeron” y evidenció que ni en EEUU podían respirar tranquilos. El doble objetivo de matar y atemorizar dejando al desnudo la indefensión de la primera potencia munddial lo cumplieron con creces, pero después del 11-S norteamericano, llegó el 11-M español, en el que aún fueron mucho más refinados y lograron un tercer objetivo.

El ataque terrorista del 11-M fue tan milimétrico como el del 11-S, pero fueron más lejos porque, además, añadieron un conocimiento exacto de los aspectos emocionales que pueden dar vuelco a unas elecciones en España. Midieron los tiempos de acción y reacción del electorado con una exactitud científica y demostraron que no sólo saben poner bombas. Destrozar vidas y mediar en las elecciones para cambiar el gobierno, fueron dos logros indiscutibles, pero había un tercer objetivo más ralentizado, una tercera venganza contra España que entonces no supimos ver: hacer presidente del Gobierno a Rodríguez Zapatero. Es como si los terroristas hubieran dicho “y de postre ahí queda eso”. ¿Lo tenían previsto? El caso es que ocurrió.

A Zapatero el atentado terrorista le puso el Gobierno en las manos y, contra todo pronóstico, aquel chascarrillo electoral en el que no se creía, se vio con una responsabilidad que nadie había previsto. Nadie, salvo los terroristas. ¿Fue una casualidad? Cuando todas las cuentas cuadran, cuando las piezas completan el puzzle, parece poco verosímil creer en casualidades. Hace unos días, Alfonso Guerra, refiriéndose a las promesas de Zapatero, decía: “es lo que pasa cuando se prometen cosas porque no se espera ganar y luego se gana”. Contra criterios maledicientes siempre he defendido la lejanía, la inocencia y la ignorancia del PSOE respecto a aquella locura y, entre otras muchas, muchas, muchísimas razones, porque si hubieran estado al tanto, jamás habrían situado como candidato a un pobre hombre, tan carente, tan indigente y tan insolvente como Zapatero.

¿Es muy aventurado pensar que Zapatero es la lenta venganza de los terroristas, la bomba de explosión retardada que nos dejaron colocada el 11-M? Puestos a volatizar, no se quedaron en los trenes de Atocha. Su previsión y su perversión fue también descuartizar España. En ése capitulo estamos y a la llama le queda poca mecha para lograr su objetivo. Vale.

lunes, 20 de junio de 2005

Ibarra de Calcuta


Ibarra se ha puesto el careto de pacifista universal y pide de forma solemne que cesen las agresiones físicas y verbales. Y lo hace dos días después de tildar a los jueces del TSJE de irresponsables y de llamar inútil al alcalde de Mérida. El mismo día que José Santiago Copión, el alcalde pacifista de Los Santos de Maimona, da manotazos a un miembro de “Refinería NO” y -¡que progre es este fulano!- llama “mariquitas” a los que no piensan como él y, según él, se esconden y no dan la cara. ¿Qué dirá el gran Cerolo de semejante apelativo?

Ibarra ha entrado en trance pacifista y, a partir de ahora, va a ser Ibarra de Calcuta, Ibarra el Pacificador, Ibarra de Asis e incluso Ibarra Gandhi Mandela. Sus 23 años de ofensas “urbis et orbis” quedan en el pasado y ahora se nos aparece con el sayón blanco de los santones del desierto y con cara de comer saltamontes y de beber su propia orina. La sensibilidad de don Vito Corleone que algunos le reconocen no tiene nada que ver con esta nueva etapa que ahora abre. Ahora trabajará más y hablará menos. Ya no dará voces, ni amenazará, ni difamará, ni injuriará, ni ofenderá a nadie. Ya no hará más el ridículo, ya no volverá a vender la Extremadura de los Paletos y evitará humildemente ser la carcajada nacional. El tiempo que le quede será presidente de todos y los fondos públicos los distribuirá equitativamente y al margen del color político. Recibirá a todos, suprimirá el aparato de propaganda personal y los 60.000 euros diarios que gasta en autobombo, pagar silencios y comprar titulares, los usará para mitigar el paro que gracias a su suprema inutilidad ha estado manteniendo durante los últimos 23 años. Ya no enviará avisos a los medios de comunicación, recordándoles que los canales de televisión los dará él y como le salga de los ... y abrirá un proceso en el que todos tendrán su oportunidad.

Tampoco pagará sus rabietas quitando y poniendo suscripciones a los periódicos, dando y retirando publicidad institucional a su antojo y servicio. No perderá más tiempo defendiendo a delincuentes condenados en sentencia firme y llamando delincuentes a los que no le dicen “amen”, además de respetar el Estado de Derecho, la Constitución y los principios democráticos. En definitiva, que se va a dedicar a trabajar en Extremadura y por los extremeños, lejos de la imagen de estos últimos 23 años en los que no ha pasado de ser un diosecillo de barro, con la cabeza de paja y el corazón de un tirano. ¡Viva el nuevo Ibarra Gandhi-Mandela de Calcuta!

miércoles, 15 de junio de 2005

Delegada de la estulticia


¡Ni siquiera el Gobierno de Zapatero merece una delegada como la que tiene en Extremadura! Carmencita Pereira es la mejor candidata para regentar el futuro Hotel de la Risa, salido de la bragueta del Gabinete de Iniciativa Joven. Esta mujer, puro disparate, que nos amenaza a todos con balines de 300 euros, es un remedo, un enredo y un despropósito como delegada del Gobierno. Esta excelencia no sabe absolutamente nada de los fundamentos ni del funcionamiento de un sistema democrático y se comporta como una sicaria a favor de las tesis de su compañero, Francisco Fuentes. Ella, como todos los demás, parece convencida de que por ahí le viene el cargo y se ha empeñado en ejercerlo mirando de reojo a su proponente, para desde la alta representación institucional de la Delegación del Gobierno, hacer todo el juego sucio para aplastar a los que no pensamos como su amigo del alma. ¡Qué amores los de esta señora! ¡Qué corazón tan tierno y apasionado el suyo! La Pereira debe tener muy mala imagen de si misma y como el carguete le viene muy ancho, muy alto y muy largo, lo ocupa para refrendar cualquier disparate que salga del cacumen de su protector, el sin par senador extremeño que dejó de serlo para ser senador del PNV.

¿Qué hay gente que se atreve a increpar a los socialistas? Va la doña y, para abrir boca, les endilga trescientos euros de multa, más que nada para que aprendan a tener cerradita la boca! ¿Qué los hay tan osados que quieren cortar correteras? La doña lo prohibe, aunque después el TSJE lo autoriza. A estas cacicadas, el macho dominante de la manada las califica como “actos de responsabilidad” ¿Manifestaciones? Doña Carmencita dice que eso está muy anticuado, que en la sociedad de la imaginación de Ibarra no podemos dar la mala imagen de recurrir a procedimientos de protestas tan arcaicos. ¿Conclusión? Extremadura no sale de la picota y el cachondeo nacional, porque cuando no es por un él, es por una ella.

Esta señora, doña Carmen, es un abrevadero para el ridículo de Extremadura, porque con ella viene a demostrarse que aquí todo es posible, asumible e incluso permisible. Que lo que en otras Comunidades tienen tapado, a oscuras y de cara a la pared, aquí puede incluso ocupar la delegación del Gobierno, porque los méritos exigibles quedan reducidos a la nada si se está en la órbita de algún capitoste. La Pereira es una perita en dulce para la oposición porque es un chiste muy ordeñable, pero un chiste que le viene muy bien al PSOE, para que no sea sólo Ibarra el que se desgañite diciendo gilipolleces. ¿No se han enterado de la última? El muy refinado llama inútil a Pedro Acedo, porque el alcalde de Mérida no comulga con la Refinería. De atar.

viernes, 10 de junio de 2005

¡Ahí me has pillado!


El Gobierno de Zapatero, a veces olvida de que es gobierno con permiso de los independentistas y estos se ven el compromiso de recordárselo a cada trecho. Así, el sin par Bono, acudió a un acto en Cataluña y con el gracejo que le caracteriza soltó una de sus perlas para la historia: “el término nación, aplicado a Cataluña, queda para la poesía”. Los de CIU, que andaban cerca, lo oyeron y no se anduvieron con sutilezas: “¡Cuidado, ministro, porque tu eres ministro gracias a los poetas de ERC y IC. Si Carod Robira te escucha, antes de llegar a Madrid ya estás cesado!” “¡Ahí me has pillado!”, asintió Bono, en medio de una risotada nerviosa.

Por esta evidencia a voces, no se entiende que Ibarra, uno de los corresponsables de la venta de España por parcelas autonómicas, pretenda seguir ordeñando la teta del patriotismo –más bien patrioterismo- y la defensa de la unidad de España, atacando a los nacionalistas, porque él es uno de los que toman decisiones en el Comité Federal y, por tanto, uno de los que sostiene la conveniencia de que los nacionalistas tengan mando en plaza e incluso más representación, dinero, poder y voto del que logran en su propia comunidad. ¿No fue Ibarra el que le prestó al PNV un senador, Francisco Fuentes, para que pudieran burlar la norma y conseguir grupo parlamentario propio en el Senado? Lo que en el Pais Vasco no logró el PNV, se lo dio Ibarra en uno de sus ataques de coherencia. Ibarra se traga cualquier rueda de molino que llegue con el sello del Gobierno de Zapatero y tiene tal grado de sumisión que es capaz incluso de justificar que a Extremadura le roben el AVE. Èl no está para estas pequeñeces.

¿Ignora Ibarra que el gobierno socialista de Zapatero está “pillado” y que tipos como Carod Robira son los que trazan las coordenadas de los Presupuestos Generales del Estado? ¿Ignora Ibarra que para Zapatero es esencial tener contentos a los separatistas para que no lo separen a él de un zarpazo? Ibarra no ignora nada de esto, pero montado como está en la representación de la comedia que lleva ordeñando 23 años, sigue, porque ya no sabe hacer otra cosa. Lo suyo es pelearse, mucho bla,bla,bla y aullar a la luna. Así nos va.

lunes, 6 de junio de 2005

Soluciones para todo


Se cuenta de un alcalde cacique, frío, resabiado y de colmillos retorcidos, que recibió a un vecino que había sufrido la amputación de la mano derecha por el ataque de un doberman. El hombre, que era albañil, estaba muy abatido porque sin su mano derecha no podía trabajar y en su casa tenía a cuatro hijos, a su mujer y a su madre...Así es que acudía al alcalde para que remediara su situación. El alcalde apenas lo escuchó y cuando concluyó su lamentación, llamó al alguacil para que pusieran en el tablón de anuncios, en lugar preferente, una nota: “CAMBIO PERRO DOBERMAN POR MANO ORTOPÉDICA”.

Pues en la Junta de Extremadura, como el alcalde de referencia, también tienen soluciones para todo y no hay patinazo que no puedan justificar, porque el departamento de prensa y propaganda está de guardia permanente. ¿Tenemos la mayor tasa de paro de España? Se inventan un plan de choque contra el desempleo que ni choca ni resuelve nada, pero que entretiene. ¿Tenemos la mayor tasa de paro juvenil? Se inventan el gabinete de iniciativa joven y para lograr el redoble de tambor, ponen a su frente a Felipe González, que jamás se ha preocupado de semejante invento. El paro juvenil no se resuelve y cada año salen de esta Extremadura de la “imaginación” 7000 jóvenes, pero el invento entretiene, que es de lo que se trata. ¿Somos la región con menor renta per cápita de España? Si, pero Ibarra dice que aquí se vive muy bien, que tenemos unas magníficas puestas de sol y que sale muy fresquita el agua del botijo. En definitiva: cambio perro dobermán por mano ortopédica.

Todo esto, aderezado con boato bananero, una docena discursos, unas cuantas peleas contra los nacionalistas y muchos, muchos, muchos, muchos, muchos millones para taponar la boca de los gorriones hambrientos, dan como resultado que Extremadura siga siendo la región más pobre y atrasada de España y que Ibarra, el artífice del desastre, sea hoy el gobernante mas añejo y casposo de la Península y uno de los decanos de la Unión Europea. ¿Qué como es posible que estando como estamos sigamos teniendo a semejante personaje? Es posible porque estamos como estamos. Peter Sellers dice que “la gente chapotea en la mierda si dentro pones un euro”.

miércoles, 1 de junio de 2005

El día D


Ya pasó el día de Ibarra, ¡aleluya!. Este año, con paraguas de colores que repelían una supuesta lluvia de ideas, Ibarra y sus corifeos, entre los que está el mismísimo arzobispo de Toledo, monseñor Cañizares, han dado el do de pecho, multiplicando los gastos de publicidad, con el contento de algunos medios agraciados que, de alguna forma, le han devuelto el favor en forma de apasionadas loas editoriales. ¡Aleluya! En su día, el jefe supremo se mostró especialmente condescendiente y eligió a un ramillete amplio de medalleados para endilgarle su medalla. Para la próxima edición, el gabinete de sabios que dirige el vicepresidente de la Junta, debe estar estudiando la posibilidad de dejarse de tapujos y poner en la medalla directamente el careto de Ibarra. ¿Por qué no, si son sus medallas? Desde aquí les regalo la idea de que la primera con careto propio se la conceda Ibarra a si mismo y él mismo la cuelgue de su soberano cuello, siguiendo la estela de Napoleón, que se coronó así mismo porque no había para la ocasión nadie tan digno y tan alto como él.

Ibarra, en su día de gracia, montó su habitual numerito, nombrándose “defensor supremo de la unidad de España”, hablando del futuro desde el pasado que representa y tildando de desleales a los que le critican, porque el pobrecito, tan perdido anda, que confunde a Extremadura con su ombligo. Y hasta el mismísimo arzobispo de Toledo le agradeció públicamente su defensa de la unidad de España, aunque el buen pastor olvidó decirnos quienes son los que ponen en peligro la unidad. Tal vez, (por buscar justificaciones) como monseñor Cañizares es foráneo, no sabe que Ibarra es socialista, como Maragall, como Montilla, como Zapatero y que como ellos, también es uno de los capitostes del Comité Federal del PSOE y solidario con la valcanización por la que el buen cura toledano le aplaude. Tengo otras explicaciones pero, de momento lo dejo ahí. ¡Ay, Señor, Señor!.

Por cierto, que para el almuerzo en el Real Monasterio de Guadalupe, presidido por su titular el arzobispo de Toledo, y en el que supuestamente estaban las autoridades religiosas, civiles y militares, no se acordaron del presidente del Partido Popular, Carlos Floriano, que representa casi al 40% del electorado extremeño. ¿Fue un olvido o es que hasta ahí llega la sombra de Ibarra? La mala sombra.