viernes, 15 de abril de 2005

Las voces y los ecos


Los socialistas catalanes, empujados por los independentistas de ERC, anuncian una reforma estatutaria que modificará sustancialmente el sistema actual de financiación autonómica de todas las CC.AA. Parece que se han cansado de dar limosnas a las comunidades de tercer nivel, como Extremadura, y están por la labor de romper todos los principios de solidaridad, que la pela es la pela. ¿Saldrá adelante semejante despropósito? Sí, porque los independentistas catalanes tiene con una mano cogido de los cataplines a Maragall y con la otra a la sonrisa boba de Zapatero. Es paradójico que en el Gobierno de España mande más un iluminado como Robira o un estrambote como Llamazares, que el tío del buen talante, el ZP que los tiene a todos por aliados gubernamentales y a los terroristas islámicos como ayuda electoral de primer orden.

Me produce temor este Zapatero que al contrario de lo que suele ocurrir, sus voces van detrás de los ecos que le llegan de todos los cantamañanas de guardia. Cuando en 1817 Mary Shelley publicó Frankenstein o el Prometeo Moderno, puso la perplejidad en el doctor Victor Franskenstein, que comprobó que la criatura nacida de sus manos se volvía contra él, poniendo así de manifiesto los riesgos que comportan la audacia y la osadía cuando se mezclan con la indolencia. El Franskesntein de Zapatero, nacido también de la indolencia, pero mezclado con la irresponsabilidad y la ignorancia, comienza a dar sus primeros pasos y ya nos amenaza a todos. Gobernar es algo muy serio que no puede dejarse en manos de un bobalicón con el único atributo de un talante que nadie ve pero del que todos hablamos. Comienzo a pensar que el terrorismo islámico, en su dorado día del 11-M, orquestó una doble y sutil venganza contra España: A) Arrebatar el poder al Partido Popular, que lo tenía garantizado y B) Dejar el poder en manos de Zapatero. La segunda venganza es de peor leche y peores consecuencias que la primera, porque cuando el bobo de la procesión se acostumbra a los focos, la procesión acaba y el bobo sigue.

¿Y la foto de las Azores? El portugués, de mandamás en la Unión Europea. El yanquee barrió en EEUU, superando todas las marcas electorales y ayer mismo el inglés revalidaba su tercera mayoría absoluta. Está visto que en los países serios los presidentes no se eligen bajo el estado emocional de una guerra en la que, por cierto, España no participó.

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